Los planes golpistas de Duhalde
La estrategia de Duhalde junto a Techint y el Grupo Clarín. Su candidatura en medio de un clima enrarecido y sus dichos desde los Estados Unidos. Por Lucas Carrasco
Share759 31Por Lucas Carrasco20.12.2010 Ilustración: Javier del Olmo
Eduardo Duhalde se encontraba tácticamente en los Estados Unidos mientras transcurrían los hechos de Soldati. Según su propio parte de prensa, concurrió con su esposa, la senadora Hilda Duhalde para brindar el 7 de diciembre una conferencia en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, organizada en conjunto con David Rockefeller Center for International Studies.
Desde Boston, como replicó el Grupo Clarín en la Argentina, pidió "orden" y se postuló como garante de la "paz social" de ser electo presidente. Contó, Duhalde, que fue invitado para conversar sobre "asuntos de Sudamérica".
Anunció, además, que en el aniversario de las 40 muertes que dejó el último gobierno radical antes de marcharse, lanzará su candidatura presidencial; recordando su interinato en el Poder Ejecutivo, interrumpido antes de tiempo por los asesinatos de Kosteki y Santillán.
La maternal introducción de la senadora Chiche, donde confundió categorías sociológicas básicas como pobreza y desigualdad, demostrando no saber un pito del tema en el que se presentó como especialista, con disparates de alto vuelo como que "hacemos un plan de viviendas en una de las islas de la provincia de Buenos Aires y de pronto me encuentro con que no aceptan el baño incluido dentro de la casa, su cultura aceptaba el baño a 100 metros de la casa". Chiche Duhalde descubrió, y lo fue a contar a Harvard, que la falta de cloacas durante el gobierno de su esposo era un problema de carencias... culturales. Le faltó especificar de si se trataba de la falta de cultura de su esposo o de quienes carecían de cloacas.
Pensamiento y estrategia duhaldista
"El orden es la precondición para que los países se ordenen", dijo el estadista, candidato testimonial a ordenar lo que sus fuerzas logren desordenar. "Ordenar significa reprimir" pero luego aclaró: "sin matar".
En la charla en Harvard, sin ninguna inocencia, el ex senador Duhalde recordó los tiempos en que creó el grupo devaluacionista apoyado por Techint y el Grupo Clarín, con la firma de ex presidente Raúl Alfonsín, entonces enemistado con De La Rúa por cuestiones partidarias internas. Se llamó Movimiento Industrialista y tenía por objetivo lograr la devaluación de la moneda, la licuación de pasivos de grandes empresas y la pesificación asimétrica.
Durante el interinato de Duhalde, el Ministerio de Economía, a cargo de Remes Lenicov y el Ministerio de Industria, a cargo del lobysta Ignacio De Mendiguren, cumplieron la tarea sucia pactada en junio del 2001 y luego se fueron del país.
A ese autor intelectual que propugnó, durante 2002, la desigualdad más extrema en la historia nacional, Duhalde lo llamó (ver video) "centro de pensamiento estratégico". Generoso, Duhalde, con el pensamiento.
La reivindicación de ese centro conspirador no es menor en vísperas del lanzamiento de la candidatura presidencial de su ejecutor, en el medio de un clima enardecido y con Techint y el Grupo Clarín operando fuertemente, a escala nacional y mediática el segundo, a escala regional el primero.
Ahí es entonces que cobra sentido la diatriba contra Hugo Chávez: "Chávez es el caso típico..., bueno, estudió en la Escuela de Guerra", sentenció, despectivamente, Duhalde. "Los que estudian en una Escuela de Guerra siempre ven a los países vecinos como enemigos." Sólo olvidaba que hubo otro caso de un presidente democrático que "bueno, estudió en la Escuela de Guerra" y fue un tal Juan Domingo Perón, de estrecha relación con Ibáñez en Chile y con Getulio Vargas en Brasil, con quienes comenzó a idear el ABC: Argentina, Brasil, Chile, germen del actual MERCOSUR.
Según Duhalde, como Chávez estudió en la Escuela de Guerra "le ha declarado la guerra a Colombia... 5 veces", mintió, descaradamente.
"No lo digo yo, lo dice la gente en la calle."
Duhalde baja el rostro y compungido, dice en relación al gobierno de Venezuela "... pero también les digo a mis amigos norteamericanos, que creen que la solución es un golpe de Estado, que la solución es ayudar a la democracia venezolana como se pueda". Clarito.
Y, anticipatorio -quizás tiene información de sus amigos norteamericanos que instigan un golpe de Estado en Venezuela- pronosticó que "en uno o dos años, la democracia venezolana va a resolver este problema".
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