Domingo 12 de Diciembre de 2010 La actividad económica cierra 2010 con un crecimiento del 9%
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cierra su tercer año de mandato con un crecimiento de la economía del 9% interanual, impulsado por los sectores productores de bienes, la buena performance del mercado interno, el campo y los servicios.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cierra su tercer año de mandato con un crecimiento de la economía del 9% interanual, impulsado por los sectores productores de bienes, la buena performance del mercado interno, el campo y los servicios.
Cuando en diciembre de 2007 asumió el cargo, la actividad económica cerraba el año a todo vapor, con un avance del 9,1%. Los números del 2008 se mostraron sólidos con un crecimiento del 7% tras las tasas chinas del año anterior.
Ya por entonces en Estados Unidos comenzaba a cobrar forma la crisis de las hipotecas de baja calidad que terminó por envolver a todo el mercado de derivados y que hizo implosión a nivel mundial meses después.
Junto con el derrumbe internacional, en Argentina el punto de inflexión llegó en el 2009: la economía del país comenzó a mostrar señales de alarma y aparecieron números rojos que durante los cinco años anteriores brillaron por su ausencia. En medio de ese contexto, y a partir de fuertes medidas proactivas, el Producto Bruto Interno terminó con un leve saldo positivo del 0,9%.
Un año después el nivel de actividad se ubica por encima del 9%, a partir de la fuerte mejora en la cosecha de granos superada la sequía de 2008, el comercio internacional en recuperación, el mercado interno y la producción industrial.
En 2007, una de las primeras medidas que tomó Cristina apenas asumió el cargo fue la puesta en marcha de un plan energético destinado a incrementar la oferta a través de obras de mediano y largo plazo.
A esto se sumó un programa de uso racional de electricidad -en el que se destacó el recambio de lámparas incandescentes por bombitas de bajo consumo y que incluyó también la modificación del huso horario- de manera de poder abastecer la fuerte demanda de las industrias y de la población en general.
El 11 de diciembre de 2007, el día después de la asunción, el dólar se comercializaba en la city porteña a 3,14 pesos para la venta. En este tiempo, la divisa estadounidense registró una apreciación de alrededor del 27,5%, en el marco de la política de flotación administrada que se encargó de monitorear en forma férrea el Banco Central.
En marzo de 2007, con el antecedente de que la relación con el campo no había sido del todo buena durante la administración del ex presidente Néstor Kirchner, el anuncio hecho por el entonces ministro de Economía Martín Lousteau de poner en marcha la Resolución 125, de segmentación de las retenciones agropecuarias, terminó de potenciar los ánimos.
La medida, que abarcó a las exportaciones de soja, girasol, trigo y maíz, logró lo que en términos ideológicos pocos hubieran pensado un tiempo antes: que en una misma mesa -la denominada Mesa de Enlace- se sentaran la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas.
Cortes de rutas, movilizaciones y desabastecimiento de productos fueron algunas de las medidas que tomaron las entidades empresarias del campo como forma de protesta.
El alto nivel de confrontación desatado en torno al tema derivó tiempo después en el envío al Congreso de la Resolución 125 como un proyecto de Ley. Esa parte de la historia concluyó con el voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos en el Senado -al desempatar una votación- y la inmediata derogación de la Resolución.
A tono con el vaivén de la actividad económica, la actividad industrial también pasó por su mejor momento en 2008 para luego caer abruptamente en 2009. En 2010 retornó el crecimiento y la evolución de la industria marca un acumulado cercano al 10 por ciento, a partir del buen desempeño del sector automotriz, con un nuevo récord histórico de alrededor de 700.000 unidades producidas.
En lo que respecta al desempleo, cuando asumió Cristina alcanzaba al 7,5% de la población económicamente activa. En el cuarto trimestre de 2008 alcanzó su punto mínimo, con 7,3%, para luego subir dos puntos porcentual en el tercer trimestre de 2009, cuando llegó al 9,3%.
A partir del cuarto trimestre de 2009, con la paulatina mejora de la economía mundial, la desocupación se volvió a colocar cuesta abajo y actualmente ya se encuentra de nuevo en el 7,5%.
En noviembre de 2008, luego de llamar "Efecto jazz" a la crisis financiera internacional nacida en EEUU -durante una exposición en la Asamblea de la ONU- y participar en Washington de la primera cumbre de presidentes del G-20, Cristina tomó una de las decisiones más importantes al enviar al Congreso un proyecto de ley destinado a eliminar el sistema de AFJP y concentrar en manos de la ANSES el manejo de los fondos previsionales.
La iniciativa se convirtió en ley unos días antes de diciembre y desde ese momento el Estado pasó a ser uno de los principales actores del mercado local. Uno de los préstamos `paradigmáticos` de la nueva etapa fue el concedido a la automotriz General Motors -con su casa matriz en proceso de quiebra por entonces- que le permitió seguir adelante con la producción del nuevo modelo Agile en su planta del Gran Rosario y contratar más personal.
Estos años fueron también de ásperos debates en lo que respecta la evolución de los precios al consumidor 2008, tras la instrumentación de la nueva base de medición en mayo de ese año, la inflación fue del 7,2 por ciento; el 2009 marcó un acumulado del 7,7 por ciento y en lo que va de 2010, 9,2 por ciento.
Estos números, que son objetadas por las consultoras que hablan de dos dígitos de inflación, son defendidos por las autoridades del INDEC a partir de la amplitud de la medición que realizan mes a mes, con muchos más productos y servicios que las encuestas privadas.
Otro de los puntos de referencia del gobierno de Cristina pasó también por la decisión de utilizar reservas de libre disponibilidad para pagar los compromisos que vencen este año.
Esto desató un fuerte enfrentamiento con el por entonces titular del Banco Central Martín Redrado, quien terminó siendo reemplazado en el cargo por Mercedes Marcó del Pont.
Cuando asumió en diciembre de 2007, las reservas internacionales estaban en 43.416 millones de dólares. Hoy, tres años después, rondan los 52.000 millones de dólares.
Al actual año corresponden también la reapertura del canje de deuda, que permitió absorber más bonos en default y ubicó al impago actual en apenas el 7 por ciento del total inicial, en su mayoría en manos de fondos buitres.
En el cierre de 2010, de cara al último año de mandato para el que fue elegida en 2007, el gobierno argentino se apresta a cerrar el capítulo de la deuda en default, con el reinicio de las negociaciones con el Club de París -sin la intervención del FMI- para normalizar un impago de alrededor de más de 6.000 millones de dólares.
En este contexto, la administración de Cristina Fernández de Kirchner encara el 2011 con una proyección de crecimiento de la economía que va del 4,5 al 7 por ciento. (Télam)
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