14-10-2009
Entrevista a Agustina Flores, presa política de la dictadura hondureña
“No me callan los barrotes, la prisión no ha disminuido mi ideología”
Mario Casasús
El Clarín de Chile
La profesora Agustina Flores López (1959), recuperó su libertad el 12 de octubre, después de 21 días en el penal de máxima seguridad para mujeres de la capital hondureña; todavía quedan 6 presos políticos, el régimen de facto sigue negándoles la fianza, en un proceso jurídico plagado de irregularidades, amparados por el concepto de Suspensión de Garantías Individuales (decreto en vigencia), y bajo los cargos de sedición y terrorismo en contra de los manifestantes de la Resistencia civil pacífica.
La profesora Agustina nos recibe –en exclusiva- antes de la rueda de prensa, en las oficias del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), las primeras declaraciones las hizo a teleSUR y esta es la primera entrevista que concede a un medio internacional. El Colegio de Profesores pagó la fianza (100, 000 lempiras), y las abogadas Kenia Oliva y Noelia Núñez lograron revertir parte de la injusticia. Agustina Flores proviene de una familia combativa: su mamá y hermano fueron perseguidos durante la guerra sucia en la década de 1980, y en la actualidad, su hermana Berta Cáceres es directora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras.
Agustina Flores, desafía con valentía al régimen de facto: “ Una de las medidas sustitutivas es no acercarme a las manifestaciones por la restitución del Presidente Zelaya –lo dice textual mi acta de libertad condicional-, pero a mí no me callan los barrotes, la prisión no ha disminuido ni una milésima mi ideología, yo pienso que existen diversos espacios donde seguir trabajando, esta lucha comienza ahora, en el campo laboral, en el ámbito gremial, en mi colonia, barrio, con las amas de casa, hasta lograr la Asamblea Constituyente que nos traiga una nueva esperanza”
¿Cuándo comenzó a marchar en la Resistencia contra el golpe de Estado?
Desde el 28 de junio, mi mamá nos dijo: “Todas ustedes tienen que ir, yo no puedo acompañarlas por mi enfermedad, han crecido en la lucha, así que coman bien para que tengan energía”. Estábamos trabajando por La Cuarta Urna y el golpe de Estado nos hizo salir a las calles a protestar.
¿Cómo vivió los 21 días de prisión?
Fue difícil, pero dentro de todo ha sido hermoso saber que tantas personas y organizaciones se solidarizan con la Resistencia, no hubo un día sin que recibiera una visita de los compañeros, de los medios de comunicación y es gracias a eso que estoy afuera, porque había tantas personas reclamando por mi libertad. En el momento de la detención fui muy golpeada, recordé lo que habíamos vivido en la década de 1980, cuando mi hermano y mi mamá fueron perseguidos constantemente, a nosotras igual nos perseguían, tuvimos que mudarnos de la localidad La Esperanza en 1978. La dictadura de Micheletti me hizo recordar la represión de la guerra sucia, tenía miedo de ser una detenida desaparecida. Mi delito fue luchar por mi derecho, lo que yo les dije a los policías: “No hay problema, dígame de qué delito se me acusa y léanme mis derechos” eso les molestó mucho, luego cuando sentí el primer golpe les dije que los denunciaría ante todos los Organismos de Derechos Humanos, incluso a nivel internacional y al verse amenazado el cuerpo policíaco recapacitaron y no me desaparecieron o ejecutaron extrajudicialmente. Inventaron muchas cosas, yo andaba en las manifestaciones como me lo permite la Constitución de la República de Honduras, nunca lo negué, mi comportamiento nunca ha sido de una pandillera como me señalaron en prisión.
¿Por qué procedió la fianza hasta después de 21 días?
En la primera audiencia, en la presentación de imputados, la jueza me envió en calidad de depósito a la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC), a los 6 días tenía que ir a la audiencia inicial con otra jueza ella no aceptó mi defensa, ni mis 32 años de servicio como profesora, ni mi trabajo de prevención de drogas, de no violencia, o mis talleres con la “Mara Salvatrucha”, poco le interesó los cargos que he desempeñado, mucho menos los reconocimientos que he recibido, como Maestra del Año, al contrario todo lo utilizó en mi contra. La jueza dijo que por considerarme una líder no podía darme medidas sustitutivas (libertad condicional), porque podía reorganizar a los grupos de la Resistencia y atentar contra los testigos de la fiscalía, los mismos policías que me golpearon.
¿Usted era la única mujer presa por el régimen de facto?
Sí, el mismo día detuvieron a dos compañeras, a ellas las mandaron a la cárcel durante 6 días, pero al momento que me dictan formal prisión, a ellas las liberan con medidas sustitutivas. Cuando la jueza leía mi sentencia sentí que estaban procesando a otra persona, al Presidente Manuel Zelaya, porque no dejaban de mencionarlo –por lo menos 8 veces-, creí que el castigo no era directamente para mí, sino para el Presidente, para las mujeres en Resistencia y en contra del magisterio.
Ante las declaraciones del régimen de facto sobre la “No existencia de presos políticos” y pretender engañar a la opinión pública internacional de que aquí “no pasa nada”; ¿usted puede contradecirlos?
Por supuesto, desgraciadamente por la prisión teníamos prohibido ver las noticias y leer los diarios ahora no estoy bien informada de los compañeros que todavía quedan presos. Sabía que un ciudadano español y otro colombiano purgaban condena por no acatar el toque de queda, tengo la certeza de que sí hay presos políticos, pero no sé el número exacto ni los detalles de cada expediente. Gracias a la presión internacional los golpistas están cambiando de actitud, pero necesitamos que los compañeros salgan en libertad porque nunca cometimos un delito, sino defendimos nuestra democracia. Queremos que se derogue el Decreto de Suspensión de Garantías Individuales.
Usted como profesora, ¿qué opinión tiene sobre el decreto del régimen de facto que termina prematuramente el ciclo escolar?
De esta noticia me enteré ayer domingo, me estaba contando una cuñada que es docente, que el régimen de facto cerrará el ciclo escolar el 31 de octubre. Imagínese las consecuencias que tendrá en el 2010 los alumnos que aprobaron automáticamente sin cursar el año completo, el próximo ciclo escolar los docentes trabajarán sin conocimientos previos de los planes de estudio. No permitir que los docentes terminemos las clases hasta el 30 de noviembre, es un grave error.
¿Es una forma para desmovilizar a los compañeros del magisterio?
Es una estrategia de los golpistas, usted sabe que pretenden que los docentes estemos incomunicados, desocupar los planteles educativos y militarizarlos para las elecciones del 29 de noviembre.
Regresando a lo personal, sé que su familia vive en el norte de Honduras, ¿habló por teléfono con su mamá?
Mi mamá estaba muy emocionada, y de todo esto que ha pasado lo que más me dolía era ver a mi mamá e hijas porque no podían disimular, veía en sus rostros el semblante de dolor, tristeza e indignación. Hoy estaba feliz, cuando hablé con mi familia al salir del portón y les dije que no fue tan mala la experiencia, porque a las 19 mujeres que me acompañaron en la sala 5 (de máxima seguridad) aprendí a verlas y conocerlas, jamás las discriminé por el delito que cometieron, sino que las miré como seres humanos, sensibles, combatíamos el dolor, la angustia, llorábamos en la prisión y ahora de alegría, se quedaron tristes porque me iba, todo eso ayuda a comprender la injusticia.
¿Se reincorporará al Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado?
Una de las medidas sustitutivas es no acercarme a las manifestaciones por la restitución del Presidente Zelaya –lo dice textual mi acta de libertad condicional-, pero a mí no me callan los barrotes, la prisión no ha disminuido ni una milésima mi ideología, yo pienso que existen diversos espacios donde seguir trabajando, esta lucha comienza ahora, en el campo laboral, en el ámbito gremial, en mi colonia, barrio, con las amas de casa, hasta lograr la Asamblea Constituyente que nos traiga una nueva esperanza.
Finalmente, al ser encarcelada por un régimen usurpador, ¿exigirá que se borre su expediente al retorno de la democracia?
Pediré que mi expediente sea borrado, cuando estaba en la prisión nos ficharon 4 veces, exijo que mi expediente sea borrado. Hasta una policía me dijo: “Yo considero que esto es injusto y ustedes tienen que pedir cuando regrese Mel Zelaya que les borren los expedientes , de lo contrario quedaran en suspenso sus condenas”. Insisto, nosotros no hemos cometido ningún delito, lo único que buscamos es hacer valer los derechos que la Constitución nos da: la libre manifestación de las ideas y la desobediencia a los gobiernos usurpadores.
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