Empresarios GENOCIDAS.
En una reunión realizada en el Hotel Alvear en apoyo a
Pedro Blaquier
Empresarios cierran filas contra la investigación de la
trama civil y económica de la dictadura
Pasaron sólo dos días desde que Carlos Pedro Blaquier debió
por fin responder a la indagatoria del nuevo juez federal subrogante de Jujuy,
Fernando Poviña, acerca de sus responsabilidades y las de la empresa Ledesma,
que ya entonces presidía, en el llamado "Apagón de Ledesma". Fue el
miércoles pasado, hace una semana, cuando Blaquier fue objeto de un
"desagravio" en un almuerzo celebrado en el paquetísimo Hotel Alvear
de la Recoleta. Allí se conformó el embrión de un eventual "Frente de
Resistencia a la Memoria, a la Verdad y la Justicia" formado por
empresarios que en su mayoría colaboraron activamente con la dictadura, época
en la que también multiplicaron sus patrimonios.
Sin embargo son más los empresarios en similar situación
que, o bien no fueron invitados, o bien, como parece, decidieron eludir tamaño
presente griego y hacer mutis por el foro en aras de mantener a salvo sus
pingües negocios presentes. Aun así, hay quienes, como se verá, auguran una
jugada similar el próximo lunes 3 de septiembre, cuando se celebre el Día de la
Industria.
El almuerzo fue organizado por el Consejo Interamericano de
Comercio y Producción (CICyP), que reúne a la Sociedad Rural Argentina (SRA),
la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y
la Unión Industrial Argentina (UIA), siendo su presidente rotativo: Este año lo
es Arturo Llavallol, representante de la SRA y, dentro de ésta, del Instituto
de Promoción de las Carnes Vacunas Argentinas (IPCVA).
En un salón colmado, compartieron el ágape Eduardo
Eurnekian (Aeropuertos 2000), Cristiano Ratazzi (Fiat), Eduardo Escassany
(Banco Galicia), José Ignacio de Mendiguren (presidente de la UIA), Adelmo
Gabbi (presidente de la Bolsa de Comercio y ex presidente y actual
vicepresidente del CICyP), Adrián Werthein (La Caja), Jorge Aufiero (Medicus);
Martín Cabrales (Café Cabrales) y Lili Sielecki (laboratorios Elea).
Otros comensales fueron Carlos Spadone (presidente de la
Cámara de Comercio Argentino-China y ex presidente de CICyP), Julio Macchi (ex
presidente de la Bolsa de Comercio), Luciano Miguens y Eduardo de Zavalía (ex
presidentes de la SRA), el constructor Amadeo Riva (Riva SA), Héctor Méndez (ex
presidente de la UIA), Bruno Quintana (ex presidente del Jockey Club) y los
abogados Daniel Funes de Rioja (también ex presidente de la entidad
organizadora) y Alfredo Iribarren.
“El fiscal Pablo Pelazzo, que interviene en la causa por
delitos de lesa humanidad que se lleva adelante en Jujuy, pidió el lunes pasado
la detención del empresario Carlos Pedro Blaquier, presidente del Ingenio
Ledesma y uno de los empresarios más influyentes de la Argentina. El juez
federal subrogante de Jujuy, Fernando Poviña, deberá decidir en las próximas
horas si acepta o rechaza la solicitud. Cuarenta y ocho horas más tarde,
Blaquier, recibió un fuerte respaldo de sus pares”, puntualizó al dar la
noticia el periodista Horacio Rigi, responsable de las páginas de negocios del
diario El Cronista.
Estaba previsto que hablara el homenajeado, pero
imprevistamente Carlos Pedro Blaquier no asistió, según explicó su hijo Carlos
Herminio, a causa de un pico de presión que lo obligó a reposar. Por parte de
Ledesma también vo presente su director, Federico Nicholson.
Desde la mesa principal, Llavallol y Gabbi hicieron una
semblanza de Blaquier y de su empresa, conocida sobre todo por su producción de
azúcar y papel, aunque también hace cartones, envases, alimentos y alcohol. Del
mismo modo, aunque también tiene inversiones en las provincias de San Luis,
Entre Ríos y Buenos Aires, Ledesma está identificada con Jujuy, dónde tiene su
"morada" y mayores inversiones y dónde es, lejos, la mayor empresa de
la provincia.
Carlos Blaquier hijo -al que todos llamaban "Charlie"-
leyó el discurso preparado para su padre. Hizo un racconto de la trayectoria de
la centenaria empresa desde que estaba a cargo de sus abuelos Carlos Blaquier y
Herminio Arrieta y sostuvo que la primera clave de su éxito fue mantener
"el espíritu familiar".
Si ese espíritu flaqueó cuando en Julio de 1976 en
operativos en los que participaron fuerzas militrares, de gendarmería y
policiales y camionetas de Ledesma fueron detenidas ilegalmente cuatrocientas
personas en el aledaño pueblo de Libertador San Martín, la mayoría trabajadores
del ingenio, y no se volvió a tener noticias de treinta. Charlie Blaquier dio
cuenta de que se habría remozado. Hasta el punto de que, aseguró, "la
mayoría de sus cuadros gerenciales están ocupados por hombres y mujeres que provienen
de la empresa".La segunda clave del exito de Ledesma, continuó Charlie,
fue “la reinversión, la innovación, la profesionalización y mantener el foco en
lo que más sabemos hacer: agregar valor a la tierra a partir de sus productos”.
Llegó así al punto nodal que caracteriza a la empresa,
dueña de la mayor parte de la superficie de Jujuy. “La tierra es para nosotros
un recurso estratégico. La sustentabilidad de nuestro negocio y de nuestra
comunidad depende de que la cuidemos y la trabajemos correctamente”, puntualizó
como si abogara por la sustitución de las retenciones por un impuesto a la
renta potencial de la tierra.Carlos Blaquier III recordó que Ledesma donó
"76.000 hectáreas para crear en Jujuy el Parque Nacional Calilegua, una de
las mayores reservas de biosfera del país", mención que acaso no haya sido
inocente ya que se efectuó en 1979, cuando la dictadura parecía eternizarse.Por
fin, destacó que junto a su padre y a sus cuatro hermanos había viajado días
atrás a Jujuy para dejar claro que Ledesma no se irá de la provincia y
agradecer el apoyo recibido por parte de las fuerzas vivas y de la parte de la
población más ingenua, atemorizada por la perspectiva de un éxodo imposible.Escuchaban
atentamente, además de los ya mencionados, el embajador jubilado Archibaldo
Lanús, la ex senadora por Jujuy (y ex candidata a vicepresidenta en la fórmula
encabezada por Eduardo Angeloz) Cristina Guzmán y Alberto Kohan, ex secretario
general de la Presidencia con Carlos Menem y amigo de Charlie Blaquier, con
quien cazaba jabalíes en la solitaria Bahía Creek (Río Negro) cuando se le
disparó accidentalmente un revólver Magnum 3.57 sobre su pierna derecha,
destrozándola.
El cierre estuvo a cargo de Alejandro Delfino,
vicepresidente de la Sociedad Rural, que pidió que se brindara por Carlos Pedro
Blaquier “y toda su familia”, lo que arrancó un sostenido aplauso de la
concurrencia.
”La Justicia seguirá su curso. Los empresarios ya tomaron
partido”, concluyó su crónica Horacio Rigi.
Los otros dos diarios que comentaron la comida en apoyo a
Blaquier fueron BAE (Buenos Aires Económico) y Clarín. Que apenas si hizo algún
somero comentario en el cuerpo del diario. Por ejemplo apuntó que aunque no
hubo menciones explícitas “a la imputación judicial de Blaquier en la causa por
delitos de lesa humanidad que se sustancia en el Juzgado Federal de Jujuy,
sobre ‘La noche del apagón’ de 1976” la nutrida asistencia “fue tomada por
varios de los propios asistentes como ‘un apoyo contundente’” al indagado.
El que se extendió fue, en esa misma edición, el ahora
famoso Marcelo Bonelli, deschavado como periodista auspiciado bajo cuerda por
Repsol, es decir, comprado. No queda claro si en función de analista o de
agente de prensa, Bonelli tituló su habitual "Panorama empresarial"
con la advertencia de que el "Pasado de (complicidad con) la dictadura,
(no sería más que) otro recurso para disciplinar" a los empresarios
díscolos.
Ante la decisión del gobierno nacional de avanzar sobre
"la pata" civil de la última dictadura militar, y particularmente
sobre las exacciones manu militari (es un decir, ya que nada militar engloba
las apretadas, amenazas, secuestros y torturas infligidas a personas de
recursos para despojarlas de su patrimonio) como las cometidas en los casos de
Papel Prensa y el de los hermanos Iaccarino, la misión que Bonelli se
autoimpuso es alarmar a los empresarios con cola de paja.
A ellos habla cuando inicia su monserga afirmando que
"En absoluto secreto, La Cámpora formó una comisión de economistas para
determinar la responsabilidad que tuvieron varios empresarios en la
estatización de la deuda externa durante 1982".
Es decir, por Domingo Cavallo como presidente del Banco
Central y Lorenzo Sigault como ministro de Economía. Después de la derrota en
Malvinas, cuando la dictadura agonizaba y se consolidaban las grandes fortunas
que jaquearían al presidente Raúl Alfonsín. A expensas de todos los
argentinos/as, a los que se cargó aquella pesada mochila.
Respecto a la movida que denuncia, Bonelli recordó que ya
"la Presidente lo adelantó en su discurso en la Bolsa de Comercio"
(¿Pero cómo? ¿No era "un absoluto secreto"?) y que, en consecuencia,
el viceministro de Economía Axel Kicillof "ya habría armado un equipo de trabajo
para hacer el seguimiento de ese hecho de la historia económica
argentina". Es decir, investigar en qué se beneficiaron las empresas y
empresarias con la estatización de la deuda externa.
"La noticia llegó al mundo de los negocios y fue uno
de los temas que se comentó con insistencia en la reunión del CICyP",
escribe Bonelli. Lo que habría motivado, asegura, que el CiCyP se pusiera en
movimiento "en respaldo de Pedro Blaquier, investigado por delitos de lesa
humanidad". Y también que salieran en defensa de Blaquier empresarios que
"mantienen excelentes vínculos con el gobierno como Eduardo Eurnekián,
Cristiano Rattazzi, Lili Sielecki, Adelmo Gabbi y Carlos Spadone". Y es
que, dice Bonelli, "hasta los más cercanos temen por las represalias de la
Casa Rosada".Tanto supuesto temor a la Casa Rosada no parece haber sido
determinante porque -continuía Bonelli- los empresarios solidarios con Blaquier
habrían decidido "dar una señal política (a fin de) frenar este tipo de
prácticas de Cristina Kirchner".
Hacia el final de su panfleto, Bonelli, autoerigido en guía
y conductor de los empresarios resistentes a someterse al imperio de la ley,
afirmó que "la UIA decidió romper la hegemonía oficialista y hará un
festejo fabril propio en el colegio Otto Krause" el lunes 3 de septiembre,
cuando se celebre el Día de la Industria. Y cual pitonisa descarriada,
profetizó que "lo que ocurrió el miércoles volverá a suceder"
entonces. Es decir, que habrá nuevas manifestaciones de apoyo a Blaquier. Ya se
verá.
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