Inicio » Argentina
Las contradicciones de la iglesia católica argentina
El Episcopado olvidó su fe en la doctrina y atacó el Proyecto Recalde
Publicado el 26 de Octubre de 2010
Por Por Mariano Beristain
Monseño Jorge Casaretto dijo que no es momento para discutir en el país la iniciativa que otorga a los trabajadores participación en las ganancias.
El Episcopado argentino, a través del presidente del equipo de Pastoral Social, Jorge Casaretto, se pronunció en contra del proyecto de ley de Héctor Recalde, y de esta manera dejó de lado un histórico postulado de la Iglesia católica en favor de la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas y en las ganancias de la producción.
Casaretto apeló a la misma argucia que usó el vicepresidente y jefe de la oposición, Julio César Cleto Cobos, para tratar de correr el eje del debate y tirar la pelota afuera.
“No puedo estar a favor ni en contra, pero este proyecto no es lo que necesita hoy el país. La prioridad de este momento es el trabajo en blanco para todos”, señaló Casaretto en una nota que le ofreció al Litoral de Santa Fe y que reprodujo ayer el periodista Sergio Rubín en el diario Clarín.
De esta manera, el Episcopado no sólo se proclamó en contra de una iniciativa que ya se debate en el Congreso de la Nación sino que, al señalar que “no es lo que necesita hoy el país”, intentó clausurar cualquier posibilidad de discusión en torno a una de las columnas vertebrales del artículo 14 bis de la Constitución.
Casaretto dijo que “si (la eventual ley) va a significar nada más que un beneficio para las personas que están en blanco, sin que se tomen en cuenta a los que están en negro, habría que pensarlo bien”. Y subrayó que ante casi el 40% de empleados en negro, “la prioridad en este momento es el trabajo en blanco para todos”.
El Proyecto Recalde prevé la participación de los trabajadores en el 10% de las utilidades después del pago de impuesto y la creación de un fondo común, monitoreado por una comisión tripartita (empleadores, trabajadores y gobierno), que será destinado al mejoramiento de los ingresos de los trabajadores en negro.
Las declaraciones de Casaretto están en sintonía con las fuertes objeciones que la cúpula empresaria (ver recuadro) le ha formulado a la iniciativa, pero se contraponen con la postura tradicional de la Iglesia católica.
En un amplio artículo que publicó Tiempo Argentino el 3 de octubre de este año, queda en evidencia que, en distintas oportunidades, la Santa Sede ha planteado la necesidad de que exista algún tipo de presencia de la clase trabajadora en las utilidades.
“Al menos cuatro de los documentos más conocidos de los últimos 100 años en la historia de la Iglesia –Rerum Novarum (1891), Mater et Magistra (1961), Gaudium et Spes (1965), Laborem Exercens (1981)– impulsan la incorporación de los trabajadores a la gestión de las empresas, como también su participación en las utilidades –la famosa plusvalía– que obtienen sus empleadores”, indica en su investigación el periodista Martín Piqué.
En esta oportunidad, Casaretto no recurrió a los documentos en los que la Iglesia intenta armonizar la clásica tensión entre capital y trabajo, sino que se hizo eco y reprodujo los argumentos de Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL y cerebro de la de la Unión Industrial Argentina, una de las entidades empresarias más importantes del país.
Ayer, Recalde aseguró a Tiempo Argentino que intentó en “reiteradas oportunidades” comunicarse con Casaretto para enviarle su proyecto y conocer la opinión del Episcopado de su boca. Sin embargo, los intentos del diputado resultaron infructuosos. Casaretto estaba ocupado y no mostró ningún interés por explicarle nada al legislador ni, mucho menos, a sus fieles. <
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIA POR SU COMENTARIO...
Atentamente:
El coordinador.
Cordoba
Argentina